Miguel Angel Hernandez-Navarro

Críticas por D. Miguel Angel Hernandez-Navarro
Seleccionados: Ricardo Flores - Escultura y Marga Garrido Guillamón - Fotografía

RICARDO FLORES

"Cuarta dimensión"
“Cuarta Dimensión” (Instalación). Téc: Hierro. Dim: 120 x 70 x 120 cm.

            La obra de Ricardo Flores presenta una reflexión sobre la experiencia perceptiva y los límites espaciales de la escultura. Un juego con la percepción que engarza con cierta tradición del Op-art, pero también con las formas escultóricas del constructivismo ruso, en especial las construcciones espaciales de Alexandr Rodchenko. En cualquier caso, y más allá de las referencias históricas que podamos buscar, la obra de Ricardo Flores se adentra en el problema de la experiencia estética y la psicología de la forma, requiriendo desde un principio la presencia del espectador, la experiencia real de la percepción. Una experiencia que se produce frente a la obra, pero también frente a su reflejo, su sombra, que complejiza y enriquece el sentido de la escultura. Dice Clément Rosset que sólo las cosas reales tienen sombra. La sombra es una forma de orientación y de anclaje en el mundo, igual que el reflejo o el eco, una reverberación de lo real que le da profundidad y consistencia. En esta escultura, la sombra aparece al mismo tiempo como proyección-anclaje y como imagen de la propia escultura. No es sólo una huella o un resto, sino que es en ella donde se produce la verdadera imagen que debiéramos ver al mirar en la escultura. Es como, si de algún modo, la sombra fuera la imagen clara y delimitada de lo que está sucediendo en el espacio real. Una imagen de la realidad producida no a través de la representación sino por medio del contacto de la luz con la materia.
Miguel Angel Hernández-Navarro

Contacto con la artista: Ricardo Flores

MARGA GARRIDO GUILLAMÓN

“Espejo de culturas”



            Espejo de culturas muestra las relaciones y puntos comunes entre el sur de España y Marruecos. A través de parejas fotográficas, poco a poco se van construyendo unos paralelismos que funcionan casi como un juego de espejos. La serie se centra en los detalles, en fragmentos de realidad que se repite en diferentes espacios. El tendedero, la señal de tráfico, la mirada de una señora en el pueblo… pequeños indicios de que, en el fondo, y más allá de las distancias culturales y espaciales, hay un sustrato común entre todas las cosas. Los significantes son los mismos; es el sentido en el que todos se articulan –el significado– lo que cambia. Pero si miramos con detenimiento, observamos que el mundo no es tan diferente, y mucho menos en lugares que han tenido pasados comunes que no se han ido del todo. Uno de los valores de esta serie fotográfica es la intención de hacernos mirar lo que no cambia, lo que se mantiene igual a pesar de la distancia. En cierta manera, habría que decir que las obras en lugar de presentar una topografía, nos muestran un espacio topológico, es decir, una serie de vecindades donde el cerca y el lejos, el aquí y allí, responden a similitudes diferentes a las espaciales, y que tienen que ver con los detalles y lo que permanece incólume en las transformaciones. En un mundo en el que se enfatiza la separación y el aislamiento de la diferencia, Marga Garrido opta por valorar lo que nos une, por atender a aquello que, por encima de los sistemas, historias e ideologías, permanece en el tiempo.

Miguel Angel Hernández-Navarro

Contacto con la artista: Marga Garrido Guillamón